lunes, agosto 29, 2005

Y apareció... El Mago (primera parte)

Uriel tiene un don que hace que cualquier persona caiga rendida a sus pies. No se trata de encanto personal ni de seducción. Tampoco se trata de una persona que le gusta controlar a los demás. Lo que más encanta de su personalidad es que cuando estás con él es como si le conocieras de toda la vida porque te trata como a un igual seas como seas, hagas lo que hagas. Te lo encuentras por la calle y es una de esas personas que si bien sabes que está muy ocupado, de alguna manera misteriosa, siempre tiene tiempo para ti. ¡No sé cómo lo hace!

Un fin de semana nos fuimos varios amigos a una casa rural. Nos acostamos tarde y por la mañana- o mejor dicho cuando nos levantamos- no había manera de dar con el pan hasta que entre unos y otros sospechamos que nos lo habíamos dejado en la panadería. Vaya... Alguien cogió el coche y fue a buscar un lugar en medio de la soledad de la montaña donde se pudiera comprar pan. Pero la búsqueda fue infructuosa. Uriel empezó a abrir los armarios de la enorme cocina hasta que dió con algo: un paquete de harina. Sabíamos que la situación ya estaba bajo control. Nos sentamos obedientes a la mesa mientras él hizo una especie de tortitas. Las llamamos las tortitas mágicas. Desde entonces todos las preparamos en nuestras casas.

Ese es su don, parece que de la nada siempre saque alguna cosa. Además la nada suele ofrecerle algo a partir de lo cual puede hacer cosas nuevas. Por eso le llamamos El Mago.
Hay gente con esta capacidad transformadora, ¿verdad? Solemos pensar que son otros los que pueden sacarse palomas, conejos y soluciones variopintas de sus chisteras. Sin embargo es sorprendente que este tipo de capacidad la tengamos todos los humanos. Algunos, más y otros, menos. Algunos hacen gala de ello y otros lo hacen de vez en cuando sin apenas darse cuenta.

Veamos... Si repasas lo que has hecho durante los últimos días o la última semana por ejemplo, estoy segura que encontrarás al menos una única situación en la que has tenido que hacer gala del poder del Mago. ¿De verdad no recuerdas ningún momento en el que has tenido que sacar de donde no había? ¡No me lo puedo creer, simplemente no me lo puedo creer!
De acuerdo, hay gente que puede hacer maravillas con las circunstancias difíciles... no, no me refiero exclusivamente a ellos. Tampoco hablo de los grandes genios de este mundo sino de lo que como humanos compartimos entre todos.


Úrsula, Marla y yo somos tres magas en el sentido más específico de este término. Estamos consagradas al estudio del Gran Secreto, del Cielo y de la Tierra así como de la manera en la cual los humanos interactuamos con esos poderes. Nuestras leyes son las de la Tabla Esmeraldina y toda nuestra vida está consagrada al estudio esotérico como via de conocimiento.


El Mago es una energía esencial que nos ayuda a aceptar que las circunstancias no siempre nos dan lo que queremos (vaya, muchas veces) y que sin embargo podemos conseguir algo de la aparente nada, algo que puede ser muy diferente de nuestro objetivo inicial tanto como una paloma salida de una chistera. Este poder no es nada más y nada menos que la creatividad. Se trata de algo cotidiano. Se trata de un tipo de visión porque precisamente vemos más allá de nosotros mismos y de lo que queríamos. Es un poder transformador y, por supuesto, mágico.


Continuará el lunes 5 de septiembre.
Cada lunes una nueva entrega ;-)


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Ilustación: Carta 1, El Mago, Tarot de Marsella, Marsella, siglo XVII.