lunes, septiembre 12, 2005

Y apareció... El Mago (tercera parte)


Desde que ha aparecido el Mago, recibo muchos mensajes. Es como si la energía de este Arcano se hubiera puesto en marcha y mucha gente se hubiera dado cuenta de su fuerza. ¡Te aseguro que no estoy delirando! Tampoco me ha dado por los viajes astrales, pues para eso ya tengo mi escoba :-)
Te cuento, te cuento... Por ejemplo, en los comentarios de la entrega del lunes pasado, lunes 5 de septiembre, Pilar ya ha enviado una receta para hacer un pastel que se ha inventado. En la dirección de lecturaslecturas@yahoo.es me están llegando diferentes versiones de bollos y panes. Un grupo de amigas se reunieron el sábado 10 de septiembre para hacer tortitas a partir de la receta básica. Un novio está a punto de sorprender a su chica esta semana (no puedo contar nada más porque se supone que es un secreto) con una muy especial versión de las tortitas. Una de las iniciativas que más me ha llamado la atención ha sido la que me ha comentado una amiga mía que trabaja como operadora telefónica para una marca de televisores. Se ve que gracias a la globalidad del mundo esta marca internacional ha afincado su servicio de información en Barcelona. Allí trabajan juntos (aunque como bien dice el dicho, nunca revueltos) griegos, portugueses, italianos, españoles, franceses, alemanes, austríacos, suizos, holandeses, belgas, luxemburgueses, un par de lugareños y un irlandés. Pues se ve que desde la semana pasada un chico del grupo alemán ha empezado a preparar menús de plato único y cocina internacional por cuatro euros. Les envía a sus compañeros el menú semanal por correo electrónico, cada uno de los destinatarios elige y se apunta. De lunes a viernes les ofrece pollo al estilo Vietnam, pizzas caseras con ensalada, hojaldre de verduritas, crepes rellenos, tortellinis de espinaca y queso...¡entre muchas otras exquisiteces! Ahora, en lugar del único restaurante al que estaban obligados a ir cuando no se traían su tuper con su comida, ya pueden degustar comida hecha en casa y con sabor de hogar. La iniciativa está teniendo un gran éxito y otros empleados de otras empresas del mismo edificio han comenzado a buscar a este mago de la cocina.

Hoy es lunes otra vez. Era lunes también cuando nos llamó Úrsula, muy temprano, demasiado pronto por la mañana para tratarse de un tema cualquiera. No era miércoles... Marla, Úrsula y yo siempre nos reunimos los miércoles. Nos llamamos por la mañana antes de ir a trabajar y quedamos para la tarde. Úrsula nos había llamado por la mañana a primerísima hora. Sólo sabíamos que era urgente y que se trataba de su AP (ya lo llamábamos así, su Amor Predestinado).
No podía saber qué había pasado hasta que Úrsula nos lo contara, pero la tentación de mirarlo en las cartas me empujaba a hacer algo "indebido". Entre nosotras nos habíamos "prometido" no interferir en nuestros asuntos a través de las cartas.
Marla y yo nos llamamos. Suponíamos que si hubiera pasado algo realmente grave, la misma urgencia del asunto habría empujado a nuestra amiga a contarnos algo. O quizás no. Yo me pasé todo el día dándole vueltas al asunto. No conseguí concentrarme en lo que quería hacer. Era uno de mis días de descanso para meditar y estudiar. Las tarotistas necesitamos hacer una serie de ejercicios previos a las tiradas para concentrarnos y conectarnos con nuestra intuición. La meditación es fundamental para nosotras. Ese día me costaría más que de costumbre.

Allí estaba yo intentando respirar muy profundamente. Inspiraba y espiraba. Inspiraba y espiraba. Cada vez más lentamente. Inspiraba y espiraba. Len-ta-men-te. Iba aflojando los músculos y entrando poco a poco en niveles más profundos. Inspiraba y espiraba. Inspiraaaaaaba y espiraaaaaaaaba. Estaba a punto de entrar en mi visualización preferida de relajación cuando en mi cabeza apareció la imagen de Úrsula besándose acaloradamente con el hijo de la señora Paquita, mi vecina. Se trata de un muchacho de unos 17 años al que es difícil verle la cara últimamente, no porque no pare de salir sino porque le cubre una llamativa mata de pelo. Pero en mi visualización interrumpida aparecía también una ráfaga de viento que le descubría su cara y su unido sindicato de granos de toda especie. Úrsula se arrancaba el vestido y se echaba en sus brazos. No sabría precisar cuál fue la imagen que me perturbó más. No sé si pesaron más los granos o la ropa interior de Úrsula en mi apocalíptica visión. Todo esto parecía estar relacionado con el día anterior.

Efectivamente, el día anterior me había encontrado a la abuela del chico y habíamos estado hablando un buen rato. A la abuela le gusta mucho hablar. He de confesar que a veces espío por la mirilla y si está en la puerta (casi siempre está en la puerta) me espero a salir. Cuando la abuela te pilla es difícil escaparse. La noche anterior habíamos estado hablando durante casi una hora sobre el apasionante tema de las fajas. Menos mal que su oído es perfecto, no hace falta levanatr el volumen de la voz, no me gustaría que toda la escalera se enterara de mis opiniones sobre fajas. .. Mientras tanto aquí seguía yo intentando inspirar y espirar, sin embargo LA VISIóN volvía a mi mente con múltiples variaciones: Úrsula con faja, chico con faja, fajas andantes, granos reunidos, arrebatos múltiples.... Pensé que lo mejor era darme una ducha. El calor me estaba afectando.

Era martes de luna llena y me tocaba meditar con El Mago, tenía que concentrarme. ¡Tengo-que- concentrame, Tengo-que- concentrame! Estoy relajada, relajada, relajaaaaaaaaaaada. Pero antes, sin que nadie lo supiera y solamente para poder llevar a cabo tranquilamente mi jornada de estudio y meditación, eché una miradita (pequeñita) a las cartas. Sonó el teléfono. Era Marla. Yo quería tranquilizarla y entonces le comenté lo de las cartas.

- No debías haberlo hecho y lo sabes- me riñó Marla
- Pero es que no podía más, ya sabes que la curiosidad me mata- le contesté
- Eso, eso digo yo- señaló muy firme.
- A ver... ya sabes que no acostumbro a hacerlo- le insistía yo.
- Ya lo sé, ya lo sé. Pero es que no debiste y lo sabes – insistía a su vez ella .
- Vale, ya lo sé. ¿Y ahora, qué? ¿Te lo cuento o no te lo cuento?
Acabamos la discusión de forma bastante rápida. marla se moría de ganas de saberlo todo. Yo ya había hecho una tiradita para nuestra amiga Úrsula. Ya lo decían las cartas: evidentemente se trataba de un conflicto entre la emoción y la razón a causa de un sujeto joven (bastante bien parecido, por cierto, y muy bien marcado por las cartas como una persona muy interesante y especial).
- Además se le ve que está interesado en ella, pero duda porque ella no le demuestra ni pizca- fue la última frase que dije para culminar mi larga explicación.
- Vaya, vaya...- era lo único que decía Marla.
Por la tarde sabríamos más. Habíamos quedado a las 18:30 en Kakao Sampaka porque el asunto requería chocolate. Le dije a James que era muy probable que no podríamos cenar juntos (habíamos quedado, pero una urgencia de una amiga es una urgencia de una amiga).


Fue una lástima que en aquella tirada de cartas no prestara la más mínima atención a la llegada de una mujer que traía consigo un cierto caos. Esto nos pasa cuando consultamos las cartas para amigos muy cercanos o para nosotras mismas. Miramos lo que nos parece más importante y no podemos prestar más atención a otras cosas. Cuando el consultante es una persona muy cercana se desarrolla más todo cuanto se refiera a la comprensión de una situación, pero se diluye la parte adivinatoria. La previsión, en efecto representa un 25% de una tirada de cartas o una lectura numerológica o de manos. La adivinación no sirve de nada si no va acompañada de una visión más amplia que nos explique los cómo y los porqués de cada situación. En realidad las mancias (Tarot, astrología, numerología, quiromancia, etc,etc) resultan inútiles sino conllevan conocimiento. Y cada conocimiento nos llega cuando estamos maduros para su comprensión.

Fuera por ello o por la distracción, incluso tal vez por las prisas, la cuestión es que no me fijé en aquella parte de la tirada. Bueno, en realidad sí, recuerdo que lo vi, pero pensé que era más importante descifrar lo que le estaba sucediendo a Úrsula en los misteriosos caminos del amor. En aquel momento no podía haber nada más importante que mi amiga Úrsula. Pero en mi mente se quedó grabada aquella parte de la tirada. Eran 5 cartas. Cinco cartas en la parte de la derecha. Mejor dicho, eran cuatro cartas alrededor de una. Cuatro cartas alrededor de una Maga. Pero no recuerdo las otras cuatro cartas. Se han ido de mi mente como si jamás hubieran existido. Aunque sé, porque lo sé internamente, sé que revelaban algo importante. Me acuerdo de la sensación, aquella ligera impresión de que había algo. Algo... Ojalá lo hubiera tenido más en cuenta. Nos hubiera servido de mucho.



Continuará el lunes 19 de septiembre
Cada lunes, una nueva entrega ;-)


. . . . . . .

Ilustración: Carta1, El Mago, Tarot Wirth, París, 1926.

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11:28 p. m.  

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