lunes, agosto 28, 2006

La Emperatriz (capítulo VI)


Úrsula


A Úrsula el verano en la montaña con sus árboles llenos de hojas muy verdes y la luz fresca colándose entre las ramas la hacían sentirse cómoda. Como si ella misma fuera un árbol más y perteneciera a la tierra, entera. El mundo entonces se le aparecía como un orden natural que únicamente podía ser contemplado desde lo alto de una cima. La Tierra adquiría proporciones tranquilizadoras, especialmente en las noches de luna suave y brisa clara. En la distancia, las ciudades quedaban reducidas a una línea de confetis luminosos. Y el mar… horizonte, heredero y digno espejo de la esperanza y los destellos de la ciudad y el cielo.

Úrsula estaba sentada a la mesa frente a la ventana, la había dejado ligeramente abierta. La chimenea estaba encendida, su particular manía hiciera el tiempo que hiciese. La habitación, bien caldeada desde hacía horas. Entraba un agradable fresco que invitaba al bosque. Sobre la mesa había desplegado su baraja de Tarot preferida. Ordenó los arcanos y se le pasó el tiempo mientras los observaba. De vez en cuando su mano levantaba la taza de chocolate y ella daba un sorbo de tiempo oscuro y espeso.

El chocolate de Úrsula es espectacular tanto en invierno como en verano. Basta que en una estación se tome caliente y en la otra, se guarde en el frigorífico.

Chocolate Úrsula


Necesitarás un litro de leche, tres tipos de chocolate, además de otros ingredientes para aderezar como una guindilla, media rama de canela, media rama de vainilla, tres clavos de olor y un par de cucharadas de mermelada de guayaba.

Pon la leche a hervir con las especias y la mermelada. Es importante que el fuego sea bajo para que los sabores se vayan amalgamando muy poco a poco. Mientras podemos cortar en trozos pequeños los diferentes chocolates. Si eres de las personas que tiene fuerza en los brazos además de paciencia, podrás rallarlos.


Necesitamos tres tabletas completas de un chocolate amargo al 70-75% (a ser posible de Venezuela); otro también amargo con pepitas de chocolate (es difícil precisar el origen, no se trata de un tipo muy abundante en el mercado, pero en algunos supermercados lo hay) y otro opcional que depende del gusto de cada uno.

Si prefieres los chocolates muy dulces elige uno que sea con leche y si en cambio, optas por los chocolates un poco más amargos, busca uno de alto porcentaje y africano. Luego solamente has de ir removiendo para que no se pegue hasta que tome la consistencia por ti deseada. Si lo tomarás frío, es mejor dejarlo un poco más líquido, puedes aumentar la cantidad de leche.

La cacerola es de barro y la cuchara de madera, la que le enviara Marla desde Thailandia con sabor intenso de recia madera oriental. Mientras remueve Úrsula se concilia con el paso del tiempo y del caos. Tiene una taza alargada de una forma que se acerca a una copa de champagne “comme il faut”. Champagne et chocolat. Voilà!

Úrsula necesitaba encontrar una clave para todo lo que estaba pasando. En realidad no podía ni tan siquiera imaginar cuan lejos había llegado Julia. Tomó las cartas entre sus manos, las mezcló pensando en su amiga Julia, cortó y las colocó boca abajo sobre la mesa y sacó una única. La Emperatriz. La clave estaba en La Emperatriz.


Continuará...

. . . . . . . .

Imagen: Tarot de Ciro Marchetti

2 nos cuenta...

Blogger pilar nos cuenta que ...

Intrigada me dejas..pero con un buen sabor de boca: a chocolate.

besitos

2:19 p. m.  
Blogger Jimena nos cuenta que ...

El chocolate es lo mejor! Ya ves, ahora antes de poder continuar has de saber en qué medida eres una Emperatriz ;-)
Que te diviertas!
Bsosssssssssssssssssss

2:48 p. m.  

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