lunes, julio 25, 2005

Y dijo... Wirth


Oswald Wirth:

“La imaginación pura puede ser peligrosa si no es contenida y sometida a la disciplina; abandonada a sí misma se entrega a caprichos y a divagaciones placenteramente. Con tal de que se muestre sabia necesita ser domesticada. Su domesticador será positivo y solamente admitirá ideas moderadas y sólidas.
El tarotista necesita mantenerse activo intelectualmente y dominar su imaginación que por más exuberante que sea se distinga del visionario por la manera en que ejerce un cierto control. En el tarot la imaginación fantástica y rebelde se domestica con la cultura y la fuerza del intelecto.”

Oswald Wirth: Le Tarot des imagiers du Moyen Âge, Éditions Sand, Paris, 1926

lunes, julio 18, 2005

Y dijo... Ouspensky


Piotr Demiánovich Ouspensky:

"Un símbolo en ocultismo significa lo mismo que en arte. Si un artista usa símbolos confeccionados su labor no será verdadero arte, sino seudo-arte. Si un ocultista empieza a usar símbolos ya confecionados, su obra no será auténtico ocultismo, ya que no contendrá esoterismo, ni misticismo ni seudo-misticismo. El simbolismo en el que los símbolos tienen un significado definido es seudo-simbolismo"

Ouspensky, El simbolismo del Tarot, Trood Impresiones Públicas Co., San Petersburgo, Rusia, 1913

lunes, julio 11, 2005

Y el Tarot...


Hubo un tiempo en el que los hombres sabían leer las palabras de la Tierra. Ella les hablaba desde el viento y el silencio, incluso con las gotas de rocío, las nubes, los árboles, desde la manera en que una hoja se deslizaba para sussurrarles algo...
Llegaron tiempos terribles y la Tierra calló.
Entonces los magos crearon un libro donde se encontraban todas las palabras de los tiempos para que los hombres no olvidaran del todo cuanto les contara la Tierra. A ese libro lo llamaron Tarot.

Y el Tarot...


- ¿Qué se esconde detrás del Tarot?- preguntó
- Todo lo que no ves- contestó la maga
- ¿Y qué se esconde en lo que no veo?- insistió
- Una sorpresa como un abismo sobre el que puedes revolotear-. Y le sonrió antes de desaparecer.

Y el Tarot...


En un pueblo cuyo nombre no recuerdo, se dice que los primeros gorgoritos de un bebé revelan un gran secreto. Será olvidado porque para eso existe el tiempo, para olvidar y para recordar. Sólo en el momento de la muerte puede volver a escucharse este secreto. Dicen también que para entonces es mejor haberlo conocido un poquito así se le abrazará como a un viejo amigo de quien hace mucho que no tenemos noticias.
Los más curiosos siente sed, una sed que sólo se sacia cuando se le pueden dar mordisquitos a este secreto. Por eso va la gente a tirarse el Tarot, para dar sorbitos y mordisquear a un viejo amigo, su gran secreto. Así cuando llega la hora, se abrazan, se miran a los ojos, se reconocen y ya no se separan nunca más.

lunes, julio 04, 2005

Y...

Y...

Y se me ocurre que la “y”, la expresemos como la expresemos es un añadir valiente. Da más, otorga, hace de sí misma la ofrenda. Suma, rompe una unidad y crea un mayor complementario. Quien la articula está poniendo algo en juego. No sustrae. Tampoco se esconde detrás de las alternativas de la “o”.

Y...
La “y” es la más común de las conjunciones. Lo enlaza todo: oraciones, nombres, adjetivos, las diferentes partes de una frase, de dos frases y tres. Puede dar a entender que después de ella hay una consecuencia o una advertencia. Puede incluso, una simple “y”, contrariarnos de miles maneras.

¿Y...?
Al principio de una expresión aparentemente no vincula nada. Se supone que el enlace se realiza mentalmente con algo pensado o dicho por otra persona. Quizás seas tú. Sí, precisamente tú que estás desgranando estas líneas en este exacto instante, justo después de la coma y antes del punto que viene ahora.

Y.
Puedo imaginarte como una “y”, una opción, un jugador, uno más entre nosotros. Tú y yo. Y puedo verte de pie, como una “Y” mayúscula con los brazos abiertos al cielo. Nunca al suelo. Talvez esté gritando o invocando quien sabe qué fuerzas, esta “Y”. Se despereza de gusto. Se estira, se abre como dos puertas que conducen al cielo después de un largo camino.

...y...
Y el Tarot. Aquí en este blog. Aquí entre tú y yo. Enlazados y conectados. Tus palabras que se unen a las mías. Tus experiencias y las mías, todas en lecturas. Lecturas que se encadenan. Por eso la “y”. Un puente que une tus lecturas a las mías, las mías a las de otros. Y el puente del Tarot que nos ayuda a unirnos al Cielo y a la Tierra. Nos enlaza con nosotros mismos en un viaje sin final hacia el ancho mar.

Y...