lunes, febrero 27, 2006

Y... La Papisa (capítulo 15)


El secreto de Julia.

Había salido el sol, tímido entre las nubes aún grisáceas. Julia no se atrevía a salir, pero los perros estaban muy activos, no paraban de dar vueltas a su alrededor. Quizás podría salir a dar una vuelta con ellos. Volvió a mirar el cielo. Se puso el abrigo en silencio, abrió la puerta disimuladamente y susurró el nombre de cada uno de los perros que ya estaban dispuestos a traspasar el umbral en tropel. A Julia le gustaban aquellos animales que hacían parte de la familia de Caroline. Durante aquellos días ellos también cuidaban de ella, estaban siempre cerca suyo y se turnaban para no dejarla sola, como si lo supieran. Julia abrió la puerta y ellos saltaron eufóricos. Seguía a los perros que iban por delante y se detenían a esperarla para continuar.

El cielo se había puesto de azul color de crayón infantil ye l prado se extendía verde, verde, verde con la misma inocente intensidad, verde hasta el sol de oro brillante. Habían desaparecido las nubes grises como por arte de magia. Julia, allí en medio, en negro, perdida, se sentía como una línea olvidada dibujada por una mano caprichosa. No sólo le dolía que James no estuviera allí como tantas otras cotidianas veces. Dolía como el rasguño de una navaja en el pecho, dolía tan profudamente y en silencio porque hacía cinco años que ella lo sabía. Y de repente ser humano y vivir la vida era aún más doloroso e inevitable, aún más porque no podía compartirlo con nadie.

Efectivamente, hacía cinco años había sabido que James se iría "al otro plano", como suele decirse en la jerga esotérica. Esos eufemismos le parecían de mal gusto, incluso la hacían rabiar. Ella prefería llamarle "muerte" porque el dolor es real y digno de respeto, tanto como el amor, el sol, un prado verde. Hacía cinco años había pasado muchos días llorando a escondidas, acompañada de un secerto tan delicado que no podía contarlo a nadie. Como si el secreto, el mundo y James le pertenecieran sólo a ella, como si el dolor fuera únicamente para ella. De repente se había sentido ridícula:toda la vida estudiando el más allá de las personas y las cosas, investigaba para dar repuestas y vías de acercamiento a la comprensión y ahora era ella misma, Julia Benítez Moro quien se encontraba en un atolladero sin salida, un abismo sobre el que no podía revolotear, sólo le cabía la posibilidad de dejarse caer con total aceptación. Hacía cinco años que vivía cada día como si fuera el último.

Todo eso no impidió que el tiempo pasara. Había elegido entonces rendirse a la fuerza de la vida o la fuerza de lo oscuro. Cinco años atrás Janira y Julia estaban por acabar su relación de amistad de años como compañeras de estudio. Janira había abandonado la senda para dedicarse a la magia negra. Ya entonces en un alarde de poder Janira (Julia jamás supo cómo se había enterado) le había asegurado que por el precio del alma el orden universal podía ser alterado. Julia abrazó la vida consciente de su elección. Además sabía perfectamente que Janira no alardeaba sin más.

Pero aquí hay algo que la gente generalmente desconoce. Cuando te dedicas a lo esotérico las tentaciones de todo tipo son innumerables, las pruebas son constantes. Es como si, por poner un ejemplo un poco más claro, es como si tuvieras a tu disposición el poder de la mayor elección cada segundo de tu vida. En el camino te vas encontrando con gente que te trata bien, con algunos que te maltratan, unos te hunden, otros te desprecian en lo más sagrado, unos te perjudican a propósito, otros te ayudan enormemente. Y a cada paso puedes ir eligiendo: doy odio y hago algo que le perjudique o doy vida, amor, no hago nada, sólo me defiendo o te favorezco, hago algo que te beneficie. Sentir ese poder, el poder de hundir a alguien o darle la libertad de vivir, sentir ese poder vuelve locos a algunos.


Hacía cinco años Julia había elegido conscientemente. Alerta ante las consecuencias de su decisión, para ella la vida era la única opción frente al condenar a su alma para siempre aunque el precio fuera muy alto: el de perder al amor de su vida.

Los perros empezaron a ladrarle. Se dio cuenta de que se había quedado paralizada con los recuerdos, imaginando quién sabe qué. Los animales la rodearon y Julia continuó el paseo bajo el cielo azul y amarillo en un prado verde como un puntito perdido en la niebla.

Continuará...
...el lunes 6 de marzo de 2006.

Cada lunes, una nueva entrega :-)
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Imagen: Carta 2, La Papisa,
Tarot Etteila, París, Francia, 1781

lunes, febrero 20, 2006

Y... La Papisa (capítulo 14)




La Papisa continúa... tiene mucho que decirnos y tenemos que estar preparados para llegar a la Emperatriz.

La mejor manera de saberlo es comprobarlo con nosotros mismos con un pequeño test. Lo encontrarás más abajo. Simplemente se trata de contestar sí o no a cada una de las afirmaciones, si te identificas o no con ellas. Luego has de sumar los síes.
Así que te dejo con el test y una pequeña reflexión final.

Espero que las disfrutes y... ya lo sabes, el próximo lunes... ¡más!



¿Cómo te llevas a con tu Papisa interior?
Contesta sí o no
1. Podría esperar veinte capítulos más hasta llegar a la Emperatriz
2.Disfruto mucho reflexionando
3. Soy una persona muy contemplativa
4. No me cuesta ponerme a meditar
5. Lo que siento lo hago
6. Soy una persona muy intuitiva
7. Siempre hago caso a mi voz interior
8. Suelo escribir mis sueños y tomarlos en consideración
9. Prefiero mantener mi vida privada para mí, no suelo comentar lo que em pasa
10. No me gusta hablar de mis cosas
11. Me cuesta hacer lo que siento que es necesario
12. Prefiero esperar a que las cosas sucedan
13. Me cuesta un poco abrirme a los demás
14. Me doy cuenta de cuándo es el mejor momento para hacer algo
15. Prefiero guardarme mis cosas para mí
16. Me atrae todo lo artístico
17. Sé todo lo que pasa en mi trabajo y no se lo cuento a nadie
18. Me gusta tener información sore todo cuanto sucede a mi alrededor
19. Me gusta mucho estar sola
20. No soy una persona muy habladora
21. Me gusta estudiar
22. Aprendo mucho de mis experiencias

Resultados

  • Si tienes entre 1 y 4 síes tu relación con la Papisa podría mejorar mucho, en realidad casi no conoces a tu Papisa interior
  • Si tienes entre 4 y 6 síes tu relación con la Papisa podría mejorar, lee los capítulos anteriores y familiarízate con este aspecto un poquito más
  • Si tienes entre 7- 10 síes, podemos decir que te llevas bastante bien con tu Papisa interior.
  • Si tienes entre 11 o 12 síes, quieres decir que eres una Papisa en potencia pero aún tienes que trabajar contigo y sobretodo conocerte.
  • Si tienes 14 síes, quiere decir que te llevas muy bien con tu Papisa interior y es más, tú eres una Papisa.





La Gran Maestra y Papisa Rachel Pollack ha dicho sobre este arcano:

"Precisamente para evitar la luz interior muchas personas no descansan jamás de la acción y del movimiento. Simplemente evitan estar solos de todas las maneras posibles. Nuestra sociedad completamente basada en los logros externos y en cuanto se obtiene con rapidez, alimenta en nosotros el terror al subconsciente. Y sin embargo sin la sabiduría de la Papisa no podemos jamás alcanzar un conocimiento pleno de nosotros mismos. La mayoría de nosotros hemos sentido en algún momento que entendíamos algo con una profundidad tal que jamás podríamos llegar a explicarlo. "

La única posibilidad es ahondar en esa sensación y vincularla a otros momentos, reconociéndola como si fuera una fuente de luz y calor que podemos aplicar a otros momentos, quizás unos fríos, otros oscuros, incluso tibios o también cálidos. Perder La Papisa interior implica el extravío más del más precioso de los conocimientos: el sentido de nuestro propio ser interior.

Continuará...

...el lunes 27 de febrero de 2006.

Cada lunes, una nueva entrega :-)

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Imagen: Carta 2, La Papisa,Tarot Acuariano, USA.

lunes, febrero 13, 2006

Y... La Papisa (capítulo 13)

El origen de la carta de la Papisa es tan lejano y misterioso como el del mismo tarot. En la imagen de este arcano se reconoce también una alusión a un hecho histórico o más bien seudohistórico y que ocupa un notable lugar en la literatura de la edad Media: la pretendida existencia de un Papa de sexo femenino. En efecto, hay un tradición popular que dice que una mujer ocupó el papado durante algunos años bajo el nombre de Juan VIII.

El testimonio más antiguo con el que se cuenta es de una fecha posterior a la de este supuesto reinado. Marianus Scotus Minorita anotaba en su Crónica refiriéndose al año 854:
"

... a él (es decir: León IV) sucedió Jehanne, una mujer, durante dos años, cinco meses y cuatro días.

"

Hacia el año 1112 Sigebert de Gemblours narra el episodio aseverando que "se dice que Juana era mujer".

De todos modos la leyenda existió y dice aún más. La Papisa habría quedado encinta de uno de sus familiares e ignorando la época del parto el acontecimiento tuvo lugar en plena calle durante una procesión. El enfurecido séquito la habría descubierto de tan dramático modo y habría asesinado tanto a Juana como a su hijo. Algunas tradiciones romanas aseguran que en el lugar del magnicidio permaneció durante siglos un túmulo ornado por seis letras P que podrían ser leídas de tres maneras diferentes ( y todas ellas jugaban con las iniciales de Papa, Pedro, padre y parto).

Hasta finales del siglo XV la imagen de La Papisa no apareció en ninguno de los Tarots de Corte ni en ninguna otra ilustración. El único grabado que existe por entonces se encuentra en un libro de Jacques Philippe Forest sobre mujeres célebres. Allí La Papisa aparece de frente con la tiara, lleva un libro abierto en una mano y la triple curz en la otra. Muchos retratos después la representan con un niño en brazos o con un libro cerrado, la imagen fue evolucionando hasta la versión del tarot de Marsella.


La Papisa hace referencia a nuestras facetas relacionadas con la reserva, la intuición, el silencio, la meditación, la fe, la atenta confianza, a la resignación y cómo no, a la paciencia. Mentalmente señala y aporta una gran riqueza de ideas, es fresaca, amistosa, buena recepcionista, pero no es afectuosa. Es la señora de los sueños y de la gestación incial de las ideas. Su ritmo es lento. Pero toda moneda tiene su reverso y el lado oscuro de la Papisa nos muestra nuestras intenciones escondidas, el disimulo, la ayuda mezuina, la santurronería, el misticismo absorbente, el rencor, la inacción, la pereza persistente, entonces La Papisa no espera sino que se vuelve una carga. La falsa espiritualidad va muy ligada a este aspecto y también la Magia oscura.

Pero podemos estar bastante seguros de que nuestras tres amigas Julia, Úrsula y Marla no traspasarían el umbral, la Gran Puerta. ¿O no?

Continuará...
...el lunes 20 de febrero de 2006.

Cada lunes, una nueva entrega :-)
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Imagen: Carta 2, La Papisa, Golden Tarot of the Tsar , USA, sin fecha



lunes, febrero 06, 2006

Y... La Papisa (capítulo 12)


Úrsula se levantó por la mañana muy temprano. Tenía que ir a Barcelona para acabar de ultimar los billetes y todo lo demás. Ella y Marla habían decidido ir a Leeds para ver a Julia, aunque de todo esto Julia no tenía ni idea. Hacía frío aquella mañana. Miró por la ventana y vio todo nevado. Sin lugar era la mayor nevada de los últimos años. tenía una llamada de la policía en el contestador que la invitaban a quedarse en casa y la informaban que todos los caminos estarían bloqueados, el puerto cerrado. Úrsula volvió a mirar por la ventana de marco azul: todo blanco, efectivamente toda la montaña se escondía bajo un manto blanco. Era mejor tomarse las cosas con calma. Úrsula se levantó para hacerse un té y leer un poco mientras contemplaría el día deshelarse lentamente. No podía hacer nada más. Esperaría un par de horas para llamar a Marla. Le quedaba bastante leña y al fin y al cabo la vista era preciosa, parecía sacada de un cuadro: un marco de madera tosca azul turquesa y más allá formas blancas que escondían más de una promesa de bosque.

Lejos de allí, muy lejos, se oía el agua caer como un manto de agua blanca densa e impenetrable. En casa de Marla las hojas de la palmera del jardín no paraban de golpear contra las ventanas. Los niños estaban un poco asustados y ella misma también, nunca había vivido un monzón tan fuerte, no podía saber que aquello era absolutamente normal. Era también normal que las líneas telefónicas no funcionaran y que no hubiera otra opción que la que quedarse en casa a esperar. Seguramente habían aplazado los vuelos. Marla intentó ponerse en contacto con el aeropuerto y con Úrsula, pero ni el uno ni el otro respondían. Esperaría aún un par de horas, pero estaba claro que no se podía hacer nada más que tener paciencia. Fue a la cocina a prepararse un té. Se quedó embobada con el espectáculo de agua de leche furiosa que golpeaba contra su ventana tan alegre y naranja pintada hacía tan sólo unos meses por ella misma. Miró por la ventana pensando que quizás muy lejos Julia o Úrsula la escucharían.

Julia no podía dormir. Se levantó a mirar el cielo. Eso la relajaba. Estaba nublado y llovía para variar. ¿Cómo sería el día? Sólo se lo preguntaba por curiosidad, no es que le apeteciera hacer nada en especial. Quería dormir y dejar que pasara el tiempo. Se le ocurrió que podría llamar a Marla y a Úrsula. Sí, podría hacerlo... Julia volvió a acostarse y desde allí siguió mirando el cielo gris atenta a una mínima señal de cambio a través de la pequeña ventana de marco violeta que ella y James pintaran juntos una vez.

Continuará...
...el lunes 13 de febrero de 2006.

Cada lunes, una nueva entrega :-)
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Imagen: Carta 2, La Papisa, Tarot David Chastain, USA, 1998

No te pierdas las webs del artista que ha diseñado estas cartas, David Chastain: http://10000things.com/index.php y http://numinousness.com