lunes, noviembre 28, 2005

Y llegó... La Papisa (tercer capítulo)


¿Qué es el Tarot?

Mucha gente aún me escribe preguntándome si hay destino o no: que la fatalidad, que el destino, que la previsión, que hasta qué punto determinanos el destino, que el tarot... Justamente en este blog intento dar a conocer lo que muchos llamamos el verdadero Tarot, el Tarot como fuente de conocimiento que nos tiende un puente a nosotros mismos y a las profundidas de nuestro incosnciente. Sobre el destino ya hablamos en el sexto capítulo de El Mago y volveremos sobre ello porque el esoterismo se ocupa precisamente de nuestra interacción con el destino, de nuestras elecciones, de nuestra manera única de transitar los caminos. El Tarot o cualquier otra mancia esotérica no es más que una herramienta que nos permite conectarnos con nuestra intuición la cual es complementaria a la razón, ambas nos sirven en nuestro camino y es conveniente poder usar ambas, más aún: es sano y fundamental. Más allá de lo que podamos decir respecto al Tarot o al destino debemos anteponer que es necesario inclinarnos frente al Misterio de la Vida. El Tarot, insisto, es una manera de relacionarse con el Gran Misterio.

La mejor manera de explicar en qué consiste el Tarot es pidiéndole a la Papisa que nos lo explique, pues precisamente ella es la Gran Guardiana del misterio (véase La Papisa I)

- ¿Qué es el Tarot? - le pregunté a La Papisa.
La anciana me observó. Su mirada era inquisidora pero a la vez calma, muy calma. Me sonrió no sin cierta picardía. Pasaban los segundos lentos y pesados.

- ¿Qué es el Tarot?- insistí, quizás no me hubiera oído.
A veces me intimidaba. En cualquier caso al entrar en su templo yo siempre bajaba la voz, hablaba en susurros temerosos de romper la llama de las velas o los cristales del lugar sagrado. Ella seguía sonriendo, como los gatos. Allí estábamos sólo las dos. Me crecía la impaciencia por dentro. Mi pie se movía y no porque quisiera bailar, no era el lugar más apropiado. Tal vez le picaba algo, a mi pie, digo. Ver que tu pie cobra vida y no para de moverse en un lugar del más conspicuo silencio no es una experiencia precisamente distraída. Sólo me quedaba preguntarle por última vez. Quizás la tercera...


- ¿Qué es el Tarot?
Había alzado un poco la voz, debo confesarlo. Aunque logré que me contestara:
- ¡Sh! No hagas tanto ruido. El Tarot es un fino espejo de delgada lámina de cristal que puede romperse si hacemos demasiado barullo, lo esencial se esconde porque es demasiado delicado. Si quieres ver en el espejo, respira el silencio. Y pregúntale al poeta.

Busqué al poeta y lo encontré. Le hice la misma pregunta:
- ¿Qué es el Tarot?
Él me contó el siguiente cuento.

"Al principio de los tiempos un poeta decidió que elaboraría el poema más perfecto. Pasaban los años y no lograba su cometido. Pasaban los años. El Diablo se disfrazó de quieta águila y le señaló el camino hacia la morada de los dioses. Allí estaba la llama que iluminaba el Universo. El Diablo sabía de su existencia y de los secretos que allí se guardaban, pero también sabía que todo el Universo se destruiría si él entraba allí. El Diablo no es tonto, era perfectamente consciente que si el Universo desaparecía, también él correría la misma suerte. El poeta sospechó de aquella águila, pero no tenía tiempo para pensar en otra cosa que no fuera su cometido: el poema más perfecto.

Cuando los dioses dormían, el poeta entró en la habitación sagrada del fuego que iluminaba el Universo. Lo vio. Vio y reconoció el poema más perfecto. Profirió un grito y enmudeció. Huyó aterrorizado de aquel lugar, la perfección puede ser terrible. Una vez en la tierra de los hombres el poeta dejó que los años pasaran para que arribaran la liviandad y la vejez.

Cuando este poeta murió, el mismo Diablo buscó entre las pertenencias del anciano su último conjuro de palabras, su último poema para vislumbrar alguna parte del gran secreto. Pero aún siendo muy diablo, nada encontró (se dice).

Muchos, muchos años más tarde otro poeta que habitaría en la misma casa encontró un cofre de hermosa madera. Dentro había ilustraciones de vivos colores, plata y oro. Las observaba y se inspiraba. A partir de ellas creó poemas jamás oídos anteriormente. Fueron tan famosos que aún se convocan en todo el mundo. Les distinguió una cualidad especial: nunca fueron escritos. Se guardaban secretamente en cada una de aquellas imágenes magníficas. Se guardaron secretamente en cada una de aquellas ilustraciones para que el Diablo jamás pudiera encontrarlos. Se trataba de 22 imágenes, 22 misterios, 22 arcanos."

Acabó el cuento y me quedé en silencio. Me pareció entender, pero necesitaba una respuesta clara y directa. Así que insistí:

- ¿Qué es el Tarot?
La única respuesta que obtuve entonces fue:
- Pregúntale a los dioses

Busqué a los dioses y los encontré. Les hice la misma pregunta:

- ¿Qué es el Tarot?
Los dioses hablan a los hombres, pero éstos no los comprenden sin la mediación de las pitonisas.
Busqué a las pitonisas y las encontré. Les hice, evidentemente, la pregunta. Ellas finalmente me contestaron:
- Nuestra respuesta es innecesaria. Ya te lo han contestado los dioses, La Papisa y el poeta.

Continuará...
...el lunes 5 de diciembre

Cada lunes, una nueva entrega :-)
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Ilustación: Carta 2, La Papisa, Tarot desconocido, siglo XX.

lunes, noviembre 21, 2005

Y llegó... La Papisa (segundo capítulo)


Hombres, mujeres y Papisas.



¿Qué nos pasa a las mujeres y a los hombres cuando nos encontramos con una Papisa? Si esa fuerza no ha sido transitada dentro nuestro, nos sentiremos atraídos en el exterior por el misterio que puede inspirar este tipo de persona. La Papisa es una gran seductora y magnetiza. Según Úrsula eso era lo que le había pasado a su joven pretendiente con ella.


- Yo como tú, soy una Papisa- me decía Úrsula
- Marla es más Emperatriz, ¿verdad? Por eso además hace magia blanca- continué yo
- Sí, es evidente, es evidente- confirmaba Úrsula
- ¿Y entonces me quieres decir que ahora te vas a retirar? - adiviné
- Pues sí, para qué te voy a engañar si nos leemos el pensamiento. Necesito estar sola, necesito entender un poco más todo esto... no sé... yo necesito entender las cosas desde la soledad, bueno como tú, ya lo sabes. Quizás yo sea incluso más solitaria que tú y Marla, bueno, en realidad no se trata de esto sino de que si no me voy por un tiempo, me va a dar algo...
- ¡Entonces te vas a la casa de la montaña! ¿Y la consulta?
- Bueno, unas vacaciones. Hace tiempo que no paro... Los casos más urgentes te los puedo pasar a ti o a Pili. ¿Vas muy ajustada?
- Tengo la agenda bastante llena, la verdad. Pero como ahora James está casi constantemente de viaje, puedo dedicarme algunas horas más, por eso no te preocupes.
- Bueno, algún fin de semana te puedes subir. Pero ya lo sabes, estaremos de retiro. Quiero dormir, pasear por el bosque, escuchar el silencio, meditar, escribir, leer, cocinar con tiempo, hacer mis mermeladas, tomarme mis tés. Sabes, ¿no?
- Si a mí me viene de fábula también, no te creas. Escuchar el viento contra las hojas de los árboles, los pájaros, oler la tierra... mmmm... ¡qué maravilla!
- Ojalá fuera al revés, ¿no?
- ¿Al revés...?
- Sí, digo que pudiéramos vivir en la montaña y pasar algún fin de semana en la ciudad
- Eso lo dices ahora porque estás de fase Papisa, que cuando te da, te da, ¿eh?
- Es verdad, es verdad. Bueno, habrá que decírselo a Marla.
- No te apetece que suba con los niños.
- Exacto, pero es que no me apetece nada de nada.
- Mujer...
- ¡Qué mujer ni mujer! Que no paran y que no me apetece nada, no tengo ganas de niños corriendo por toda la casa, todos pendientes de las excursiones del día, entretener gente, niños, perros, ¿me entiendes?
- Ya lo sabes que sí... A ver cómo se lo dices...
- Pues muy simple, que estoy en fase Papisa.

Úrsula se había pasado del Amor Predestinado AP a la FP, Fase Papisa. Me moría de ganas de saber cuál sería la próxima sigla que marcaría nuestras vidas. Úrsula se retiraba a la montaña, yo estaba acusando la soledad de no tener a James más cerca de mío. Recibí una llamada de Marla unas horas más tarde diciéndome que la empresa de su marido lo enviaban un mes a Singapur y que se iba con él. ¡Ése era el viaje inesperado e inmediato que nos salía en las cartas! Se avecinaba una verdadera fase Papisa. Estar sin Marla cerca nuestro acrecentaba el sentimiento de soledad, de introspección...

Mírala. Guardiana del Gran Templo, conocedora de los Grandes Tratados. Está allí siempre, esperándonos para contarnos hermosas historias y así encantarnos. Las palabras son conjuros mágicos. Es la única manera de abrir la puerta hacia el Misterio y dejarnos envolver por su música, la melodía celeste de la eternidad. La Papisa nos habla en una tarde de otoño con voz suave y queda. A veces sonríe y no la entendemos. A veces sonríe y entendemos lo que queremos. Tiempo después nos contará otras historias y nos volverá a sonreír. Quizás entonces comprendamos cuanto nos revelara la primera vez.


Una de las formas que asume el arquetipo de la Papisa es la del Hada Madrina anciana que nos viste como princesas y príncipes para el gran baile. Podemos imaginarla ofreciéndonos una taza de chocolate y unos pasteles maravillosos y las palabras más consoladoras. Es la mujer anciana que nos acoge con calidez y sabiduría cuando nos sentimos pequeños y solos. En definitiva la imagen que en el Tarot asume la forma de La Papisa está (como todos los arcanos del Tarot) muy arraigada en nuestra cultura y en la forma en que imaginamos la sabiduría femenina. Es una imagen interna que cada uno de nosotros compartimos simplemente por vivir en la cultura occidental. Pero ésta no es su única apariencia porque La Papisa (ya lo mencionamos en la entrega anterior) es lunar y como la Luna tiene diferentes fases, es cambiante, no se la puede atrapar. Su esencia es la paradoja y suyo es el reino de la profunda experiencia interior. Para el esoterismo La Papisa (como todos los arcanos del Tarot) simboliza un impulso interno. Si nos relacionamos con esa fuerza podremos utilizarla en nuestro favor, seamos hombres o mujeres.


Mírala. La Papisa sostiene un libro. ¿Estarán allí escritas todas sus historias? ¿Quizás, todas las historias? Ella no lo está leyendo, parece que no le hace falta. ¿Se lo sabe a memoria? Tal vez estaba leyendo y se ha quedado en un cierto punto, lo señala con el dedo. A ella cada palabra la lleva a otras mil. ¿Estará entonces pensando sobre lo que acaba de leer o se le ha ido el santo al cielo? Al fin y al cabo, ¿cuál es la relación de esta Papisa con lo que está escrito? Ella apenas se mueve, parece esperar algo o estar incubando algo. ¿Será otro libro, otra cadena de mil palabras mágicas? Mírala, su rango es superior y así lo demuestra su tiara. La Papisa custodia el origen y el fin pero no los controla. ¿Estará la respuesta en el libro o detrás de los velos y los cortinajes?


Continuará...

...el lunes 28 de noviembre.

Cada lunes, una nueva entrega :-)

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Ilustación: Carta 2, La Papisa, Tarot de los Bohemios de Papus, París, 1889



lunes, noviembre 14, 2005

Y llegó... La Papisa


Filosofía, Tarot y palabras.

A Pilar Landero la conozco desde hace tiempo. La conozco a ella y a su familia muy bien, especialmente a su hermano, el inspector Landero. Pilar además de trabajar con el Tarot es asesora filosófica. El trabajo de un asesor filosófico es bastante similar al de un coach personal a nivel mental. Este tipo de profesional se ocupa de ayudarnos en crisis existenciales y a que nos encontremos en nuestras preguntas más profundas. A lo mejor te suena el nombre de Lou Marinoff que es uno de los asesores filosóficos más conocidos internacionalmente porque es el autor de “Más Platón y menos prozac” y “Pregúntale a Platón”. A mí me va más el estilo de Alain de Botton. No te pierdas su libro “Las consolaciones de la filosofía”, es excelente.

¿Y qué tiene que ver la filosofía con el Tarot? Muy simple. La filosofía y el conocimiento en general (como el conocimiento esotérico) son una fuente inagotable capaz de motivarnos a diario. Pero para ser más exactos me gustaría señalar que las raíces del Tarot son muy profundas y se alimentan no sólo de oscurantismo, hermetismo o esoterismo sino también de filosofía y especialmente de Neoplatonismo. Ésta fue una corriente de pensamiento filosófico que se desarrolló en Alejandría, ciudad cosmopolita donde por entonces convivían egipcios, judíos, griegos y romanos allá por el siglo II D.C. Si tuviera que resumir mucho podría llegar a decir que el Neoplatonismo fue una sabia mezcla de racionalismo griego y misticismo oriental en un tiempo en el cual las preocupaciones eran de índole filosófico y religioso. Ésta es la base del Tarot.

¿Y qué tiene que ver Pilar Landero con el Tarot? Igualmente simple. Pilar Landero, como algunas de nosotras, trabaja teniendo en cuenta tanto el consciente como el inconsciente de la persona, del consultante. Pero para ser más precisos quiero contar aquí que Pilar Landero es una Papisa también. Si tuviera que sintetizar mucho diría que la Papisa es la guardiana no sólo del conocimiento sino principalmente del misterio de la vida que la transita y va más allá de ella; a veces no se da ni cuenta de todo esto porque su poder no es activo (el Mago encambio sí que lo es, se mueve sin parar siempre inventando algo) sino pasivo, interno, oscuro, lunar y femenino. Recuerdo uno de los casos de Pilar, uno que me sirve para ilustrar las variadas maneras en que se puede trabajar con el Tarot. Pero para eso tengo que hablarte sobre Lola, porque Lola y Pilar tienen a su vez mucho que confesarnos.

Lola tiene un trabajo que no le gusta. Tampoco soporta a sus jefes. Muchas mañanas sólo de pensar que tiene que pasar ocho horas allí le dan náuseas. Lo habló con su pareja, con sus hermanos, con sus padres, con sus amigos más íntimos. No lograba llegar a conclusiones que le parecieran satisfactorias. Aunque se sentía en cierta manera afortunada porque algunos de ellos hacía meses que buscaban trabajo. Otros nunca habían podido trabajar en lo que realmente les gustaba. Todos tenían algo en común: aguantaban a sus jefes y al sistema durante ocho horas (o más en algunos casos) para poder seguir adelante a duras penas (más penas que duras...). Pero Lola no podía más. Se sentía estafada. No soportaba a la alimaña que tenía por jefa, ni a los pelotas, ni los rumores, ni a los depredadores, ni a los falsos, ni...

Lola explotó y tuvo la gran idea de ir a consultar el tarot. Supongo que imaginas que estoy completamente de acuerdo con aquella inteligente medida que adoptó nuestra querida Lola. Las tiradas eran insistentes: aconsejaban a Lola que crease su propio Reino, que fuera la Reina de su Reino. Lola no sabía por dónde empezar a buscar ni cómo hacerlo. Así que comenzaron las sesiones quincenales.

Recuerdo el caso de Lola porque Pili Landero y yo por aquel entonces estábamos desarrollando una manera de trabajar el Tarot que nos gustara, que nos pareciera profesional y alejada de algunos convencionalismos baratos. Nos llamábamos a diario, nos veíamos a menudo y contrastábamos nuestros casos. Necesitábamos que Lola fuera capaz de reconocer su situación mientras encontraba lo que quería hacer. Nos inspiramos en diferentes corrientes filosóficas como los presocráticos, el platonismo, el neoplatonismo y en María Zambrano para dar con la herramienta justa. Elegimos esos filósofos porque están presentes en el Tarot y porque todos ellos han desarrollado el tema del alma y del encuentro con la voz interior sin excesivos racionalismos. Lola aguantaba desde hacía tiempo una situación insostenible porque su razón le dictaba hacerlo, le faltaba escuchar a sus zonas menos racionales para luego habiendo tenido cuenta los diferentes aspectos tomar una decisión más equilibrada. Decidimos entonces que Lola “nos” contaría su historia como si fuera un cuento mítico de héroes, malignos, aventuras y desventuras para comenzar a llegar a su alma. A partir de allí sería una cuestión de trabajar con su inconsciente y los arquetipos que fueran señalados en sus historias, además de confiar en que la vida nos ayudaría a las tres.

Lola empezó a imaginar su medio laboral a través de otro cristal. Su trabajo ya no era un lugar inóspito sino un valle lleno de cuevas encantadas, algunas malditas y otras, benditas. En la cueva más oscura y más fría se encontraba el maléfico y diabólico Mago de las Oscuridades que se aprovechaba de la inocencia de la niña-pájaro. La niña pájaro apenas podía volar hasta que un día escuchó un ruido extraño y alzó su mirada al cielo y vio a otros pájaros. Eran águilas. Encontró aliados entre las águilas reales que en realidad eran la encarnación de una Fuente Universal a la que ella se dirigiría con la ayuda del guerrero Bradaniel para convertirse finalmente en mujer-águila. Lola empezó a identificar algunos de los patrones que jugaban un rol importante en sus relaciones laborales, luego fue cuestión de irlos integrando desde el inconsciente con el trabajo con los arcanos del Tarot.


Y dime... por ejemplo... ¿Cuál sería tu historia? ¿Te la has imaginado alguna vez?


Cuando aparece La Papisa en nuestras vidas sentimos la necesidad de retirarnos un poco del mundanal ruido y comprender las cosas más despacio y más profundamente. La Papisa es la Gran Guardiana del Misterio (un tema al que nos hemos ido acercando desde el sexto capítulo de El Mago). La Papisa conoce todas las historias, todos los símbolos, reconoce los ecos del Misterio y nos acerca a él a través del único lenguaje con que el Misterio se manifiesta: el lenguaje simbólico que es el de los mitos, los cuentos, la poesía y los conjuros.


Si quieres conocer un poco más a Pilar puedes visitar su blog
http://comounaola.blogspot.com y si quieres escuchar las historias que nos traerá La Papisa, tendrás que esperar una semana hasta el próximo lunes.

Continuará...
...el lunes 21 de noviembre
Cada lunes una nueva entrega ;-)

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Ilustación: Carta 2, La Papisa, Tarot de Marsella, Marsella, siglo XVII.

lunes, noviembre 07, 2005

El Mago (décima y última parte)

Conclusiones.


Creatividad, Conocerse, Voluntad. No basta con proponérselo para poder poner estas tres grandes virtudes en práctica, pero sin lugar a dudas es mucho peor no proponérselo ni intentarlo. Un mago no puede preverlo todo simplemente porque no es un dios, aunque esté en contacto con los dioses. Un mago es tan humano como cualquier otro ser. Pero su camino está plagado de magia con las maravillosas aventuras y los grandes peligros que todo ello conlleva.



Hay muchas historias sobre magos. ¿Quién no ha oído hablar de Merlín? ¿A quién no le resulta ya familiar el mago Gandalf? Pero son las más antiguas las que ilustran los pasos de los magos dentro de la Magia. Por ejemplo, en las Eddas se encuentran muchas referencias. Las Eddas son leyendas poéticas contenidas en dos de las colecciones primitivas sobre las tradiciones heroicas y mitológicas de la antigua Escandinavia. Fueron escritas por los mismísimos druidas.


Una de esas antiguas historias narra todo cuanto necesitamos saber sobre la saga de los Magos de la Casa Gudrun. Allí encontramos la de un joven aprendiz de magia que tuviera la oportunidad de conocer en persona a la Gran Maga Heliande. Se arrodilló ante ella y le dijo:

- Quiero ser mago.
- Muy bien- le contestó ella- empieza por conocerte y recuerda en todo momento que cuanto mayor sea tu luz, mayor será tu sombra.
- Yo quiero que tú me enseñes.
- Y yo, que tú aprendas. Busca tu camino.


El joven empezó a buscar su camino con verdadero afán y cuando lo perdió por séptima vez, volvió a encontrarse con la Gran Maga Heliande quien a partir de entonces fue su guía y maestra. El joven llegó a ser un Gran Mago, tal como Heliande había presentido durante su primer y no casual encuentro.

El Mago es una invitación a empezar a recorrer nuestro destino con creatividad, conocimiento y voluntad. ¿Si no cómo vas a aprovechar lo que hay en tu nevera?


Marla, Úrsula y yo somos muy conscientes de todo esto, de todo cuanto te he contado durante estas diez entregas. ¿A nosotras nos resulta más fácil decidir? ¿Sufrimos menos o más los contratiempos de la vida? ¿Podemos incluso evitarlos? ¿Predecirlos? ¿Quizás, preverlos? ¿Evitarlos? Todas éstas son preguntas que se pueden hacer a un mago, pero es mejor hacerlas a La Papisa...

Y llegará... la Papisa el lunes 14 de noviembre

Cada lunes una nueva entrega ;-)
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Ilustración: Carta 1, El Mago, Tarot Scratchmann, Londres, UK, 2000